LA ENVIDIA SANA

En agosto de este año se casó una de mis mejores amigas. Sí, una de esas personas que lleva contigo desde bien pequeña y, que no sabes ni cómo, pero que aún sigue. Mi amiga Alba.

 

Y todxs sabemos lo que pasa antes de una boda… ¡despedida!

 

En este caso, la hicimos conjunta durante todo un fin de semana lleno de risas y anécdotas.

Así que, para recordar como toca la esperada despedida pre-boda, decidimos hacerles un regalo a los novios para dárselo el último día: un álbum de fotos que recopilara todos los momentos vividos, acompañado de algunas palabras bonitas de cada uno de los que estuvimos allí.

 

Como mi amiga Sara me conoce bien, ya me avisó de que ella llevaría unas líneas preparadas para no tardar mucho ni tener que ponerse allí a pensar y me recomendó que yo hiciera lo mismo. Gracias Sari, porque si no aún estaría allí pensando en qué escribir jajaja

 

Pues eso, que estaba yo decidida a escribir unas líneas para esta súper pareja de novios cuando me vino el siguiente pensamiento: ‘Andrea, dime que no vas a escribir lo típico de que seáis muy felices… os quiero mucho… bla bla bla’.

 

Y en ese mismo instante tomé una decisión.

 

Mis palabras iban a ser personalizadas para ellos y no lo “típico” que suele hacer todo el mundo…

 

¡Ojo, que no lo critico! Pero como copywriter que soy, quería dar todo de mí y más, porque la ocasión lo merecía, porque me gusta escribir y porque me daba la gana, sin más.

 

Pero…

 

(siguiente pensamiento)

 

¿Y ahora de qué hablo? ¿cómo enfoco el texto?

 

Pues nada, eso que me puse a pensar todavía más y lo vi: voy a hablar de su historia de amor.

 

Así que aquí os dejo el resultado de lo que debían ser unas 4 o 5 líneas, pero que no supe (ni quise) parar:

 

 

Dicen que la envidia no suele ser sana, pero no estoy muy de acuerdo…


Cuando has vivido todo el proceso de un amor que empezó siendo adolescente de una de tus mejores
amigas, cuando ves que van avanzando los años y que su mayor deseo es compartir su vida con esa persona, cuando poco a poco todo va tomando forma, es justo ahí.
Llegas a ese punto en el que ves que empieza a compartir y a formar su vida con esa persona a quien
ama con locura, luego llega la boda… y ahora aquí estamos en vuestra despedida de solteros…
Para mí, es en ese punto en el que veo que lo vuestro es un puñetero espectáculo, una pareja ideal
que se complementa y avanza como mejor sabe, pero que siempre va de la mano. 
Ese punto es el que hace que no comparta la frase del principio, porque cuando vives todo eso, solo
puedes alegrarte y estar agradecida por formar parte de esos momentos. Y eso, es envidia sana, amigos.
De un amor incondicional y puro que se complementa y afianza día tras día, lleno de
batallas y aprendizajes.
Alba, eres de esas amigas que duran toda la vida. Yo creo que el universo nos juntó porque ya
sabía que lo seríamos. Incluso hasta nosotras lo sabíamos inconscientemente con
3 años. Sino, el tiempo nos habría separado ya.
Víctor, eres la mejor persona que ella podía conocer. Estás más pallá que pacá (bueno, ambos), pero
todo bien. Fiel, leal a tus amigos y con una alegría que contagia.

Lo veis, ¿no?


SOYS, sin más. (L)


Así que doy y seguiré dando gracias a la vida/universo/llámalo "x" por estar en vuestro camino.


A vivir que la vida son dos días.


¡Os quiero nivel DIOSA y más!


Drew,

 

Al final, me resultó muy fácil ponerme a escribir estas líneas, porque he vivido su historia de amor de primera mano.

Pero di con un punto que no esperaba: la envidia.

Todxs queremos un amor sano (el que diga que no, miente) pero, desgraciadamente hay muchas personas que se centran más en la envidia que tienen de otras relaciones y en conseguir ciertos ideales de pareja, que en el amor en sí.

Y esto, me hizo reflexionar sobre la envidia y el amor.

Alba y Víctor, siempre me ha encantado vuestra relación y el amor que os tenéis y me planteé si realmente mi envidia era sana o no, llegando a la conclusión de que sí lo era (menos mal). Y de ahí, nació mi texto para vosotros, hablando sobre la envidia sana. Solo espero que os gustara y que lo recordéis siempre con mucho cariño.

Dicho esto, me despido de vosotrxs con un consejo (por si tú solx no has llegado ya a esa conclusión): si la envidia no es sana, elimínala de tu vida porque no te va a servir de absolutamente NADA.

Drew

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