ANTIGIMNASIO EXPERIENCE

 La esencia del artículo anterior era pensar menos, sentir más y fluir.  

 

Ya te dije que esa había estado siendo mi filosofía para todo desde que inició el verano. Bueno, lo sigue siendo. 

 

Hoy quiero contarte una de las ‘locuras’ más locas y gratificantes que he hecho nunca. 

Si me sigues en redes ya sabrás que estoy apuntada a un club online de hábitos saludables.  

Pues Raquel y Miguel, del club antigimnasio (así se llama y lo peta xD), decidieron montar una experiencia para compartir con un grupo reducido de personas del club.  

 

Y como no, aquí Andrea la curiosa quiso informarse de qué iba a ir la cosa y tuvo una reunión con ellos vía online. 

 

A ella fui con la casi certeza de que me iba a sumar a esa aventura. Tenía una cifra en mente y, sino se superaba ese coste, me iba a apuntar de cabeza. 

 

Lo que quizá no sabes es que cuando acabó la reunión yo seguía teniendo muy poca información sobre lo que iba a ser esa experiencia que proponían. Me lo resumieron más o menos de la siguiente manera: 

 

Se trata de una experiencia de una semana en Tenerife, que se hará para septiembre, con unas 10 personas en total. En ella seguiremos con los hábitos saludables del club, así como con dinámicas y ejercicios para seguir trabajándonos a nosotros mismos y a nuestra mentalidad. Está todo incluido (alimentación, actividades, estancia y vuelos).  

Y claro, también sabía el precio. 

 

Tardé 30 minutos en decirles que me apuntaba a la primera ‘Antigimnasio Experience’. 

 

No, yo tampoco sabía muy bien a qué me había apuntado, pero mi energía me decía que era un buen momento para hacerlo. 

 

Yo, la chica tímida en muchas ocasiones, se acababa de sumar a una aventura que no tenía ni idea de lo que iba a ser (literalmente, ya que no disponía de más info de la que ya te he dicho), con personas que ni siquiera conocía. 

 

Sí, ya te he dicho que era un poco locura. 

 

Pero amigx, hay ocasiones en que la intuición y la buena energía mandan. 

 

Y esta, era una de ellas. 

 

Ah bueno, también sabía que iba a haber dos jornadas intensivas online (pre y post encuentro). Iban a ser para conocernos, hablar de objetivos y a saber qué más. 

 

Pues esto fue en junio. 

 

A partir de ahí, vino lo típico: chat de grupo y muchas preguntas sin respuesta. 

 

Que sí, que ya te he dicho que era una locura.  

 

Mucha incertidumbre y, muchas ganas, también. 

 

A partir de ese momento, mi ilusión aumentaba cada vez que pensaba en esa fecha (que tampoco sabía) del mes de septiembre. 

 

Creo que nunca había querido que un verano pasara tan rápido. 

 

Supongo, que cuando esperas algo con tantas ganas, es lo que suele pasar. Y, si, además, ese algo no tienes ni la más remota idea de lo que va a ser exactamente, pues aún tienes más ansia de que llegue para dejar de vivir en esa incertidumbre mental que te acompaña cada vez que piensas en el encuentro. 

 

Sí, por un lado, quería que pasara rápido el verano para que llegara la ‘Antigimnasio Experience’ es obvio.  

 

Pero, por otro, estaba viviendo un verano increíble conociendo a una persona que aún lo era más.  

 

Así que podríamos decir que me encontraba un poco con sentimientos encontrados entre querer que el tiempo vuele y querer pararlo siempre que estaba con él. 

 

Aunque bueno, como no podía hacer ninguna de las dos cosas, me quedé con el: voy a exprimir los minutos al máximo y a vivir disfrutando del presente. Muy en mi línea desde hace varios meses.  

 

Lo bueno de este cambio de mentalidad y de no estar pensando más de la cuenta en qué iba a ser esta experiencia futura fue que me noté mucho más en equilibrio conmigo y que pude disfrutar mucho más de los momentos que estaba viviendo conmigo y con él. 

 

Vivir el presente y estar presente (que no es lo mismo). 

 

Fueron pasando los días y fuimos teniendo pinceladas de información. 

 

El siguiente paso era ese primer encuentro virtual. Nos dijeron fecha. Agosto.  

 

¡Y llegó el día! 

 

Recuerdo que no pensé. Sentí. Y lo primero que sentí al ver a todos los que íbamos a formar parte de esa experiencia fue que estaba en el lugar correcto y que había tomado una buena decisión al sumarme a esa aventura. 

 

La jornada fue larga, hablamos de muchas cosas y nos desnudamos con palabras delante de desconocidos. Para mí, fue fácil hacerlo porque así me lo hicieron sentir.  

 

Y aquí va una de mis hierbadas, el famoso ‘todo pasa por algo’. Las 10 personas que estábamos ese día ahí, éramos las que debíamos. Recuerdo que se creó una energía muy acogedora desde el minuto 1 y que todas las dinámicas y aprendizajes del día me aportaron muchísimo. 

 

¿El problema? 

 

Ahora ya podía decir que conocía a las personas con las que iba a compartir esa experiencia en Tenerife, por tanto, mis ansias de vernos las caras en persona iban en aumento.  

 
Seguía sin saber muy bien donde me había metido, pero seguía sintiendo que no me había equivocado por lanzarme. No soy mucho de quedarme con las ganas ni la duda de nada, así que era obvio que tenía que vivir ese viaje. 

 

Tan solo 3 semanas me separaban de ese momento. 

 

Pues bien, agosto llegó a su fin. 

 

Día 1 de septiembre. 

Había quedado con Núria, la única compi que salía desde Barcelona, para ir juntas en el avión. Habíamos tenido algo de contacto tras el primer encuentro virtual y, ambas ya conocíamos nuestra faceta de ‘no callar ni debajo del agua’ y habíamos sufrido algún que otro podcast de esos que tanto amo. 

 

Lo que ninguna sabíamos es que se nos iban a pasar las 2 primeras horas de vuelo de un plumazo. Cuando nos quisimos dar cuenta, nos habíamos contado prácticamente toda la vida. 

Y llegamos a Tenerife. 

 

Todo lo que pasó a partir de ese mismo instante es algo que poco se puede explicar con palabras y que intentaré resumir de la mejor manera que sepa. 

 

Como ya nos habían contado, la semana iba a estar llena de hábitos saludables y de varias dinámicas para conocernos entre nosotros y a nosotros mismos. No podría quedarme solo con un par de cosas, porque lo que la hizo tan especial fue precisamente eso, el conjunto de todo lo que hicimos, aprendimos y nos divertimos.  

 

Lo que sí que podría destacar es algo de cada una de las personas con las que compartí esta experiencia. Así que ¡allá voy! 

 

Núria. Desde el primer contacto ambas vimos que teníamos muchos pensamientos, objetivos y cosas en común. Eres como mi yo de hace unos años, pero en versión mejorada porque ya estás en ese punto de aprendizaje y mejora continua. Tienes una energía y una sensibilidad que contagian. Tu curiosidad hace que te empapes de todo aquello que no sabes para dejar de ser la Núria indecisa que has sido en ocasiones y pases a ser la decidida que toma acción y tiene las cosas cada vez más claras. Mi enana del club. 

 

Elsa. Una emprendedora a la que admiro por todo lo que ha conseguido siendo tan joven. Quien comparte todo lo que tiene y da todo lo que sabe sin esperar nada a cambio. Ojalá conseguir laboralmente, la mitad de lo que ha conseguido ella. Es mi chica prodigio y, además, siempre tiene las mejores palabras para cada momento, persona y lugar. Transmites demasiado y eres una tía que ¡ole tú! 

 

Luís. Un hombre bastante poco hierbas que se ha abierto a esta aventura y a cosas que quizá se escapaban de su parte más racional. Amante de las matemáticas, las que comparte con una pasión que engancha. Quién nos ha recordado lo importante que es tener sueños y el nunca dejar de tenerlos. Ama correr, poner lavadoras y darle un poco de chispa y de pasión a todo lo que hace. 

 

Bea. La felicidad en persona. Pura esencia de amabilidad y alegría. Transparente y sensible como la que más. Sin miedo a mostrarse tal y como es. Una chica que no se rinde y que tiene claros sus objetivos y está decidida a ir a por ellos. 

 

Ángel. Un tío que habla casi más que yo, con quien pude compartir una mañana de caminata a lo ‘Pekín Exprés’ y muchas vivencias y confesiones de vida que nos hicieron conectar. Otro emprendedor que ayuda y comparte todo lo que sabe, dándome apoyo para que me lance yo. 

 

Soraya. Ha sido (y sigue siendo) mi persona de esta experiencia. Como me dijo ella: “gracias por ser reflejo”. Compañera de habitación, intimidades y risas. Quien me ponía aftersun tras haberme quemado jajaja Y una escritora como la copa de un pino. Ojalá escribir un libro como el que has publicado tú ya (y no, no me hace falta leerlo para afirmar esto).  

 

Miguel. Líder por naturaleza. Divertido y apasionado con todo lo que hace. Con una energía que contagia. Un puro nervio que siempre está dispuesto a ayudar con todos sus conocimientos de salud y hábitos. Quien tiene como sombra un burpee y quien ha conseguido que hasta me guste hacerlos (tampoco hay que hacer muchos seguidos por eso). Las risas y los bailoteos van de su mano (hay pruebas de ello xD). 

 

Raquel. La magia transformada en persona. Una mujer que es puro amor de los pies a la cabeza. Con una voz que enamora y que te hace entrar en la más pura calma en todas sus meditaciones. Dispuesta también a ayudar con todo lo que sabe. Divertida y con una faceta de bailarina que nos dejó a todos más que asombrados. Ah sí, y fiel amante de las siestas (gracias por aceptar que haga pública esta faceta tuya Reich). 

 

En fin... podría seguir hablando de cada una de estas personitas y contando mil momentos de los que hemos vivido juntos, pero creo que la ocasión merece que todo lo especial se quede entre quienes lo hemos vivido. 

 

Así que seguiré así. 

 

¡Se acabó la aventura! 

 

Momento despedida (ohhhhhh). Un burpee conjunto frente al aeropuerto antes de darnos el último abrazo.  

 

Y sí, alguna que otra lagrimilla entre todos. 

 

Solo me queda agradecer a las 8 personas que la han compartido conmigo. 

 

Mes y medio después de ese día, llegó el intensivo final en el que compartimos nuestros aprendizajes y los objetivos conseguidos desde entonces. También nos marcamos nuevos retos, como era de esperar.  

 

Y ahora te contaré algo curioso. En todo este tiempo no había mirado la lista de objetivos a cumplir que había hecho durante la experiencia. Así que, decidí hacerlo unos días antes del intensivo. En ese momento fui consciente de que ya había conseguido muchos de ellos. En concreto 9 de los 14 que me había marcado.  

 

Como reflexión (y bajo mi experiencia) te diré lo siguiente respecto a lo anterior: enfocarte mucho en los objetivos puede ser algo que te frene a lograrlos si te frustras porque ves que tardan un poco más en llegar resultados. 

 

Sí, está muy bien tener objetivos, de hecho, lo veo necesario para todo en la vida. Pero en mi caso, me pasó que, sin siquiera tenerlos presentes de una manera consciente, los logré. 

 

Y ¡qué alegría me dio al ser consciente de ello! 

 

Quizá pienses que me acabo de patillar otra de mis hierbadas, pero simplemente te lo estoy contando tal y como lo creo y siento. Y no quiere decir que esté en lo cierto, pero es lo que, a mí, Andrea Fernández Chica, me ha funcionado. 

 

Dicho todo esto y finalizada la Antigimnasio Experience, nos despedimos (sabiendo que nos volveremos a ver pronto) y ya solo nos queda ir con todo pa’ lante y seguir aprendiendo y mejorando en todo lo que nos vaya deparando la vida. 

 

En fin… cuantas emociones bonitas se han ido removiendo mientras he escrito estas interminables líneas. 

 

Quien me iba a decir a mí que, del 1 al 7 se septiembre de 2021 iba a vivir una experiencia transformacional a estos niveles. 

 

Una de las mejores experiencias de mis 31 años. 

 

Sigo siendo la misma en muchos aspectos, pero en otros, no. Y eso es lo bonito de estas experiencias, que te cambian en lo que te tienen que cambiar. O, mejor dicho, te mejoran. Mi Andrea post Tenerife es una versión mejorada de mí. 

 

Así lo he vivido y así lo he sentido. 

 

Ojalá tú que me estás leyendo, puedas experimentar este tipo de sensaciones alguna vez en tu vida. Haciendo lo que sea, pero viviéndolas y sintiendo la energía tan buena que deja algo así en ti. 

 

Y si ya lo has vivido y, quieres compartirlo, siempre serás bienvenidx. 


Drew,

Comentarios

  1. ¡Nos ha encantado! Gracias por reflejar con tan bonitas palabras la experiencia y las personas que formamos parte de ella.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mis palabras solo reflejan lo que he sentido y creo que todo va un poco de eso, la experiencia y la vida en general. Gracias a vosotros por hacerlo posible.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

PAUSAS

ERES RARA

FLUIR