IMAGINA QUE...

En uno de mis primeros artículos te hablé de soñar.

Te hablé de un ejercicio que me recomendaron y me pareció muy TOP hacerlo.

Así que, si no lo has hecho, no sé a qué estás esperando.

Léete el artículo y ¡dale gas!

Bueno, no es de obligado cumplimiento hacerlo para seguir leyendo mis parrafadas de hoy.

Simplemente, ahí lo dejo…

En fin, que te hablé de soñar.

Hoy, te voy a hablar de imaginar.

En realidad, de la manera en la que abordé el término soñar, podría decirse que son lo mismo.

Pero hoy, me apetece llamarlo de otro modo.

Así, sin más.

Puede que ya ni te acuerdes, pero, de pequeñx seguro que te pasabas el día imaginando cosas.

Es la etapa en la que más soñamos/imaginamos cualquier tipo de cosa, ya que, todo nos es desconocido.

Estamos aprendiendo.

Somos mentes curiosas.

Y, conforme vamos creciendo, esas fantasías se van llevando a cabo (o no), pero seguimos con ellas en la mente.

Todo lo que imaginamos, no siempre sucede tal y como lo hemos visto en nuestra mente.

De hecho, me atrevería a decir que, prácticamente son pocas las ocasiones en las que después sucede así.

Pero eso da igual.

Se dé o no como en nuestra mente, será algo que ya habremos sentido como “realizado”.

Me explico.

Cuando imaginamos algo en nuestra mente, podemos llegar a hacerle sentir al cuerpo una serie de sensaciones positivas que nos reconfortan y nos hacen sentir como si lo viviéramos en la realidad.

Sí, también dependerá de los detalles con los que imaginemos las cosas.

A más detalles, más sensaciones positivas percibiremos.

¿No me crees?

¡Pues pruébalo tú mismx!

Además, si tienes la ‘suerte’ de que lo que imaginas se lleva a cabo en la vida real (sea lo que sea y de cualquier ámbito), lo habrás experimentado dos veces.

Esto ya te lo conté en el artículo de los sueños también.

Está claro que lo que imagine cada persona (incluso tú mismx) dependerá de muchos factores.

Principalmente, la edad y el punto de vida en el que te encuentres determinaran que imagines unas cosas u otras de cara a un futuro.

Pero no te hablo solo de imaginar en base a eso, a tus objetivos y demás.

Hablo de imaginar en grande.

Sin límites.

Sin fronteras ni creencias limitantes.

¿Alguna vez te has parado a pensar en cómo sería tu vida si fueras una persona totalmente diferente?

Recuerdo que, hace un par de años aproximadamente, mi terapeuta me recomendó hacer un ejercicio.

El ejercicio de las 5 vidas.

La propuesta no era imaginar cómo quería que fuera mi vida en unos años, no.

Pero si buscas eso, de nuevo te recomiendo que leas el artículo de los sueños, que va un poco de eso.

Núria, mi terapeuta, me propuso otro tipo de ejercicio.

El objetivo principal fue dejar volar a mi mente y potenciar mi creatividad.

Imaginando.

Imaginando que mi vida era totalmente distinta.

Me comentó que escogiera 5 profesiones/estilos de vida y que escribiera sobre cada unx de ellxs.

Que lo hiciera con los máximos detalles posibles y sin miedo a poner lo que fuera.

Simplemente, que dejara volar mi imaginación y que fluyera en forma de palabras imaginando como sería mi vida si fuera...

El resultado (según me dijo) reflejó lo que ella pretendía.

Activar mi parte creativa de la mente para, después, poder utilizar también esa creatividad en más aspectos de mi vida y trabajo.

Siempre puedes probar tú a hacer este ejercicio y contarme qué tal.

Para no dejarte con tanta intriga, te diré que las 5 vidas que yo imaginé fueron las siguientes.

Surfera, psicóloga, pintora, fotógrafa y hippie.

Algunas más creativas que otras, pero, todas ellas las escogí porque de algún modo tenían una pequeña parte de mí en ese momento.

Núria me pidió que escribiera lo que me pasara por la cabeza de cómo sería mi vida si fuera cada una de estas personas.

Nada, solo unas pocas líneas.

Pero, lo que sucedió es que, tras hacer el ejercicio, mi mente seguía trayéndome más cosas.

Así que, acabé abriendo y cerrando el documento no sé cuantas veces más durante aproximadamente 3 semanas, para ir incluyendo más cosas.

Agradezco enormemente que, me hiciera la propuesta de hacer ese ejercicio, ya que, me sirvió para desarrollar la parte creativa que tenía un poco olvidada/oxidada.

¡Qué importante es!

Aunque a veces lo olvidemos.

Lo creas o no, todos somos un poco creativos en nuestra vida.

Ya sea para arreglar algo en 3 segundos como para ponernos a soñar o a imaginar cosas.

Porque sí, el ser humano tiene esa gran capacidad.

Que no se te olvide que la puedes poner en práctica en cualquier momento.

Es como la risa.

Activa una serie de hormonas que nos benefician.

Ríe, sueña, imagina…

Siempre más que menos.

Drew,

Comentarios

Entradas populares de este blog

PAUSAS

ERES RARA

FLUIR