INSTANTES

“Quizá la vida consiste en eso. En parar de vez en cuando a oler una flor” – Dani Rovira

Recuerdo perfectamente cuando, hace un año, escuché esa frase.

Fue en un documental de Netflix.

Recuerdo que me impactó.

Pero en el buen sentido.

Estoy totalmente de acuerdo con ella.

Pero escucharla de una persona ajena a mí, además conocida por miles de personas, me chocó.

No estaba (ni estoy) acostumbrada a que la gente haga este tipo de reflexiones.

Y, mucho menos que las comparta.

Pero me pareció algo ‘precioso’.

Quizá te preguntes que porqué te estoy hablando ahora de eso ahora.

Pues bien, tras ver ese documental, un día cualquiera, acompañé a una amiga a poner gasolina.

La gasolinera, estaba justo al lado de un campo gigante y precioso de flores amarillas.

Y ¿qué hice yo?

Ir como loca a hacer fotos de esa maravilla que estaban viendo mis ojos.

Y ahí, me volví a acordar de la frase que dijo Dani en su documental.

Lo que hice después fue compartir la foto en mis historias de IG con la frase.

Y hace unos días me salió el recuerdo.

De ahí que hoy te esté hablando de esto.

Todo ello, me hizo y me ha hecho de nuevo reflexionar sobre la vida.

Así, en general.

Pero siempre llego a la misma conclusión.

La vida son instantes.

Instantes que suceden y que se esfuman.

En ocasiones, más rápido de lo que nos gustaría.

Incluso mientras suceden, ya se están esfumando.

Y aquí volvemos a un tema que me encanta.

Estar presente.

Si logramos estarlo el mayor tiempo posible, tendremos la sensación de que esos instantes no se esfuman tan rápido.

O quizá no, quien sabe.

Aunque, bajo mi experiencia, te podría asegurar que sí.

Si logras estar lo más presente posible en tu día a día, vivirás las cosas de una manera diferente.

Ni mejor ni peor.

Simplemente, más consciente.

Experiméntalo y me cuentas.

Verás que, en el momento en el que empieces a vivir con esa presencia, ya no querrás parar.

Pero ¡ojo!

Del mismo modo que te digo esto, también te digo lo siguiente.

No siempre será fácil.

Habrá días/ocasiones/temporadas que, por mucho que tú quieras estar presente, quizá no lo logres igual.

Pero, si eres consciente de ello, ya estarás logrando mucho.

Darse cuenta de que no estás viviendo en presente, ya es mucho.

Sí, ser consciente de que no estás siendo (o, mejor dicho, viviendo) consciente, es el primer paso.

Yo, desde que supe lo bien que me sentaba, empecé a practicarlo.

Y no, no siempre lo he estado.

Y no, no pasa nada por eso.

Saber que quiero vivir una vida estando más presente, ya es un paso muy grande.

Tomé una decisión (lo cual no siempre es fácil).

Pero no siempre me ha resultado del todo posible estar viviendo en presente.

Supone muchas cosas.

La primera de ellas, un cambio de hábitos, de rutinas, de percepciones…

De hecho, te confesaré que llevo algún tiempo estando muy poco presente.

Y no me gusta, pero lo acepto y ya.

Porque lamentarme por ello, no me llevará a nada positivo.

Eso sí, estoy orgullosa de poder contarlo sin ningún tipo de miedo a recibir opiniones (del tipo que sean).

Porque he entendido que no pasa nada.

Estés ‘bien’ o estés ‘mal’, se puede compartir.

Y no lo comparto porque quiera recibir nada.

Lo comparto porque me gusta escribir y, hacerlo, me ayuda a mí a ser más consciente de todo lo que me pasa.

Me refiero a todo lo que me pasa a nivel interno.

Porque no te lo he dicho, pero el estar más consciente y presente en tu día a día, es sinónimo de estar más conectadx contigo mismx.

Así que sí, me he desconectado un poco de mí.

Y, ahora que lo sé, mi siguiente paso es volverme a conectar.

Y ¿cómo se consigue eso?

Pues eso ya va depende de la persona.

Yo lo que he notado que me funciona es hacer un poco de introspección y análisis personal.

Volver a retomar el hábito de meditar, tengo claro que es una de las cosas que mi cuerpo necesita para volver a ubicarse en su eje.

Solo cuando vuelva a estar un poco más en equilibrio, lograré volver a estar conectada conmigo.

Y, cuando eso suceda, ya volveré a conectarme con el resto del mundo y con todo lo que me rodea.

Y no te digo que tengas que meditar.

Solo que, es una de las cosas que sé que a mí me funcionan y te he compartido que la haré.

También leer más.

Pasear más por la naturaleza (si deja ya de llover).

Etc.

Para que me entiendas, es un poco como ‘desconectar para volver a conectar’.

Porque la vida es eso, instantes.

Pero si nos desconectamos de ellos y de nosotrxs mismxs, mal vamos.

A veces nos olvidamos de nosotrxs.

Pero, como ya te he dicho, lo bueno es saber darte cuenta y hacer algo por cambiarlo.

Así que, te deseo que logres estar más presente.

Que vivas miles de instantes preciosos.

Que te reconfortes y te llenes de vida con cada uno de ellos.

Porque los instantes son un poco como las primeras veces.

¿De qué te sirve vivirlos si no estás lo más presente posible?

Bajo mi punto de vista, de poco.

Está bien, sí.

Pero podría estar mejor.

Todo recuerdo es mejor si se acompaña de sensaciones.

Y yo, tengo claro que quiero recordar todos mis instantes por las sensaciones que me producen.

Y tú, ¿quieres vivir miles de instantes en presente o en automático?

Drew,

Comentarios

Entradas populares de este blog

PAUSAS

ERES RARA

FLUIR