SEPTIEMBRE

Septiembre es muchas cosas.

El mes número nueve del año.

El mes cuando mi prima Susana y madrina cumple años.

Y también algún amigx más.

El mes de la vuelta al cole de lxs niñxs.

El mes de depresiones post-vacacionales por excelencia.

Y el mes en el que falleció mi abuela.

El 25 hará un año…

Pero bueno, no venía a hablarte de esto último.

Septiembre es todas esas cosas sí, pero también es el mes de inicio de muchas.

De hecho, hay 2 tipos de personas.

Las que su año empieza en enero y las que lo hace en septiembre.

Éstos 2 meses son los que la gente toma para tener inicios.

De todo tipo.

Laborales, personales… da igual.

Como si el no iniciar algo en esos meses estuviera mal visto.

No sé, tengo una sensación extraña.

En mi caso, este año mis inicios laborales han sido en agosto.

Y me he sentido un poco fuera de lugar.

Este mes he recibido mil imputs de todas partes con creación de objetivos, la importancia de marcarlos bien y de accionar.

Que sí, está bien, pero la vida sigue si no lo haces.

Ojo, no estoy diciendo que no esté de acuerdo eh.

Pero parece que en la sociedad está mal el hecho de no hacerlo.

O eso me ha llegado a mí este mes.

Quizá es algo en lo que me he fijado más porque yo ya había accionado el mes anterior.

Quien sabe…

Sea como sea, hay una cosa clara.

No hay nada que tengas que hacer porque lo hace todo el mundo ni cuándo lo haga el resto de la sociedad.

Considero que, el replantearte cosas, revisar y marcar objetivos y un largo etcétera, son aspectos necesarios en la vida de cada persona para evolucionar.

Y hay que hacerlo cada cierto tiempo.

Pero mi consejo es que no te encasilles en hacerlo en el mes que lo haga todo el mundo.

Yo lo he hecho en verano porque mis vacaciones de este año van a ser ahora en octubre.

Y ya me ha parecido bien.

Eso sí, también te digo que mi Andrea de hace 4-5 años, no te hubiera dicho lo mismo.

Sin ninguna duda, mi yo del pasado te hubiera dicho que lo hicieras en enero o en septiembre porque es cuando se hace.

Pero ya no quiero moverme más por lo que haga la gente a mi alrededor.

He aprendido (y aún me queda) que cada cual es libre de decidir y expresar lo que sienta en cada momento y como mejor sepa hacerlo.

Sin pensar en qué opinará el entorno sobre ello.

Es demasiado el tiempo que me he pasado más centrada en mi entorno que en mí.

Error.

Porque me he pasado 29 años sin saber realmente ni quién era ni qué quería en mi vida.

Necesité un punto heavy de inflexión para ser consciente de ello.

Por suerte, todo salió bien.

Así que, aquí sigo.

Transitando la vida como mejor sé en cada momento.

Aprendiendo de todo y de mí.

Evolucionando.

Siendo más yo que nunca.

Y estando conmigo.

Por y para mí.

Ese es mi foco principal actual.

Mi bienestar.

Mi salud.

Física, mental y emocional.

Quizá te suene egoísta (o quizá no), pero es así como lo pienso y así mismo te lo expreso.

Justo ayer, en la sesión de mentalidad del club, hablamos de valores.

Eso me daría para otro post, pero te comentaré un par de cosas brevemente.

Fue hace aproximadamente 3 años cuando me empezaron a hablar sobre ellos.

Tuve 5 claros.

Y tras tiempo sin revisarlos, ayer me di cuenta de que habían cambiado algunos.

Equilibrio y paz, fueron los nuevos.

Y muy bien recibidos.

Fui consciente de que llevo un año alineada con ellos.

Pero hasta ayer no me había percatado.

Y pensé que debía haberlos revisado más a menudo.

Pero bueno, por lo que sea no lo he hecho en casi todo un año.

Y no pasa nada.

Al final, he ido encaminada hacia ellos.

Y me siento alineada e identificada.

Así que me sentí bien.

Porque son valores que me representan.

Y para caminar hacia ellos, mis objetivos laborales han empezado en agosto.

Así que, no ha sido un año de hacer todo como siempre lo he hecho.

Pero si hago un balance, estoy más que satisfecha.

Como ves, septiembre puede ser y es muchas cosas.

Depende para quién, variará.

Para mí, septiembre es un mes de balances más que de accionar y tomar decisiones.

Y, para ti, ¿qué significa septiembre?

Si te animas, ya sabes.

Aquí estoy.

Que me gusta mucho escribir y hablar, pero casi aún más escuchar.

Drew,