ERES RARA

Hace un par de semanas, me llegó un paquete a casa.

Primero pensé que sería algo que mi Vidi había pedido para él.

Y que había puesto mi nombre para la entrega.

Pero no.

En el paquete ponía: Andrea Fernández Aguacate.

Y ahí, obviamente, supe que era algo de mi Aguakeit para mí.

La verdad es que no estoy acostumbrada a que me hagan regalos porque sí.

Bueno, mi Vidi no aplica porque algún detalle que otro cae, que él es más de ‘sin fecha señalada’.

Así que, me ilusioné mil al ver de quién venía y de que era un detalle porque le apetecía hacerlo y punto.

Pero más me emocioné al abrirlo y ver lo que era.

Una camiseta.

Básica blanca de manga corta con un texto escrito en el lateral del pecho.

- Eres rara.

- Gracias.

Sí, igual para ti es una simple camiseta.

Para nosotras, algo que nos representa muy mucho.

Hemos tenido muchísimas conversaciones sobre la vida, nosotras, el universo, la comida y un largo etcétera.

Pero una de las más representativas es la que muestra el mensaje de esta camiseta.

Ambas creemos que, ser raras, mola.

Toda mi vida me han catalogado de rara.

De pequeña porque comía poco, lentísimo y de poca variedad.

'Rara, respecto al resto de niñxs o a sus primos'.

Después, mi vergüenza adolescente hizo que pareciera muda en casi todas las situaciones de mi vida.

'Rara, porque no habla'.

Cuando quise estudiar un ciclo formativo en lugar de una carrera (la cual tenía claro que iba a hacer después).

'Rara, porque no estudia lo que el resto'.

Conforme he ido avanzando en mi vida y mis valores se han ido modificando y he ido bastante a la inversa de lo que el resto del mundo marcaba como ‘lo correcto’.

'Rara, por ser diferente a todxs e ir a su bola'.

Y así, podría seguir dándote ejemplos de muchos motivos (más amplios y más concretos) por lo que me han dicho rara en tantas ocasiones.

¡Qué rara eres!

Esa frase, no tendría que determinar nada.

Son solo 3 palabras que pueden hacer mucho daño.

Soy menos rara que Aida, sí.

Pero poco.

Y un día, nos dimos cuenta de que queríamos salir de esa etiqueta que nos habían puesto.

La manera fue simple.

Empezamos a analizar las cosas por las que nos habían tachado de raras.

Llegando a la conclusión de que la mayoría de ellas eran las que nos hacían diferentes del resto.

Y lo pasamos a positivo.

¡Somos raras y mola!

En ese mismo momento, automáticamente nuestra mente se puso en modo agradecimiento.

Supimos ver que, todas esas cosas eran las que nos hacían ser de ese modo tan especial.

Y si alguien nos iba a volver a decir eso de ¡qué rara eres!, simplemente le diríamos un ¡gracias!

Si a alguien no le gusta como eres, allá él/ella.

A la única persona a quien tienes que esforzarte por gustar es a ti mismx.

Y una vez más, sacamos el lado bueno de las cosas.

Eso que tanto me gusta hacer.

Y que tanto me cuesta muchas veces.

Y muy poco otras tantas.

Con esto, solo quiero hacer que veas que cada persona es única.

Pero serás tú quién te de ese valor.

Da igual el que intente darte otrx.

Solo será una etiqueta más.

Y de ti depende el cómo te afecte llevarla o tenerla.

No podemos hacer que las opiniones de otra persona determinen nuestra vida.

Ni nuestra manera de ser.

Ni nuestras acciones.

Ni nuestros gustos.

Ni nada.

Porque si lo permitimos, nos anulamos.

Y digo anulamos, porque estaríamos aceptando que somos así.

Pero te recuerdo que tú decides cómo eres y cómo quieres seguir siendo.

Y esto es aplicable para cualquier cosa.

Hoy puedo decir a mucha honra que soy rara.

Rarísima.

Y orgullosa estoy de serlo.

Llegó un día que pasé del aceptar que soy rara porque otros lo dicen a aceptar serlo porque me diferencia y me hace única.

Todos tenemos algo que forma parte de nuestra esencia.

En mi caso, ser más rara que un perro verde, esa una de esas cosas.

Espero que sepas sacarte el valor que mereces y que no permitas que anulen tu persona con cosas que no te hacen sentir bien.

Por eso, el regalo que me llegó en forma de camiseta con un mensaje tan especial, lo hizo todavía más único.

Además, llegó en un día de esos en el que me había levantado con el pie izquierdo.

Y ella, me lo alegró lo más grande en la distancia sin saberlo.

E ahí la importancia de dejarnos sentir y hacer las cosas cuándo y cómo nos nacen.

Como ya te he dicho, quizá tu solo ves una simple camiseta.

Pero yo veo unión, amistad, alegría, superación, confidencias y apoyo.

Por destacar algo de todo lo que pueda englobar.

Gracias, amiga.

Drew,

Comentarios

Entradas populares de este blog

PAUSAS

FLUIR